jueves, 31 de enero de 2013

las siguientes actividades



Profundización

Primero que todo recordemos que la asignatura de teatro busca implementar estrategias para fortalecer el desarrollo del pensamiento, tanto creativo, genial y lógico; de modo tal que cada uno de los participantes a través de todas las desarrolladas fortalezca sus facultades intelectivas, en cada una de las fases, entrada, elaboración y salida.
Por esta razón, la expresión y comunicación también estará al orden del día sin ninguna vacilación.
Durante estas primeras semanas se ha convocado e incentivado a cada uno de los participantes a la producción de trabajos con este propósito:  Tres de carácter presencial y tres de carácter virtual.
1. La solución de los problemas de organización de datos. (Trabajo presencial).
· La crónica de clase
· Sea usted el investigador.
· El partido de microfútbol
· El problema de las gallinas
· El dilema del ministerio de agricultura
· El desafío de Einstein
2. La producción de cada una de las crónicas del proceso mental desarrollado durante la solución de los diferentes problemas. (Trabajo Virtual)
Bueno mis amigos estudiantes ahora van a participar en estas nuevas semanas del mes de febrero en una serie de ejercicios prácticos sobre el espacio escénico.
1. Dividiremos el espacio escénico y las relacionaremos con las diferentes posturas del actor en escena.
2. Leeremos un texto dado
3. A partir de esta lectura improvisaremos teniendo en cuanta las divisiones del escenario y luego representaremos la historia, tratando de ser creativos tanto verbal como corporalmente.
4. Más adelante elaboraremos una crónica de este mental desarrollado durante esta actividad.
A la semana siguiente dedicaremos nuestro empeño en hacer un ejercicio de comunicación de modo que resulte contagioso y dinámico para cada uno de los participantes, siguiendo los criterios sugeridos:
a) Cada estudiante se pondrá de pie.
b) Un compañero del grupo sacado al azar le dirá cómo lo ve en la actualidad
c) Otro le dirá cómo se lo imagina en el año 2015.
d) Después algunos otros comentaran en torno a estas dos propuestas.
e) Alguien más, será el encargado de decirle lo que esa persona es para los demás.
f) Uno más le dirá lo que el proyecta,
g) Otra más le dirá lo que ha sembrado dentro del grupo.
NOTA: Surgirán rasgos del comportamiento y de la forma de ser; Habrá expresión de sentimientos, pedidos de perdón, arrepentimientos, proyectos..etc.
Se podrá observar que hay un telón de fondo: Se notará las distintas tendencias culturales y los diversos grados de integración grupal, al igual que los conflictos.
En la confianza para decir cosas unos se tardarán más tiempo que otros, y lo mismo será el grado de profundidad en los comentarios.
Donde haya más integración grupal no dirán palabras ni razones entrañables, lo que puede suceder en donde en donde no lo haya.

propuesta para teatro del solo





YO TENGO UNA RANA

La abuelita es joven. Tiene los ojos grandes. Tiene lentes de contacto. Cuando tiene lentes dice que ve muy bien, cuando se quita los lentes todas las cosas son bultos borrosos. Es muy elegante la abuelita. Camina con el cuello estirado, se unta mucho perfume, se pone vestidos muy finos, camina pinchada ella.
Ella trabaja toda la semana. Con los dientes de arriba se muerde el labio de abajo. Habla por teléfono sentada en la oficina. Trabaja por teléfono o haciendo visitas.
El sábado se va para la finca desde por la mañana. La finca queda en Rionegro. Hay un lago en la finca, en el lago hay espaditas, en el lago hay renacuajos, hay sapos y ranas. En el lago hay un puente. Los sapos y las ranas croan. Alrededor del lago hay primaveras, hay un bosque de bambú junto al lago.
Antes era una quebradita y no había lago, no había cintas, ni primaveras, y no había helechos, pero si había sapos, también ranas, y la abuelita mando hacer un hueco, pero las ranas no se fueron y el hueco se lleno de agua. En el agua echaron golfis, echaron espadistas, pero los golfis se acabaron y la abuelita sembró muchas plantas y a David le gustan las ranas.
La abuelita se pone bluyines los sábados, coge unas tijeras y se va con David para el lago. Con las tijeras corta las ramas secas mientras David oye croar las ranas.
-las ranas están contentas-le dice la abuelita.
-¿las ranas hablan? -pregunta David.
-las ranas hablan.
-¿y los peces hablan?
-todas las cosas hablan.
-yo tengo una rana- dice David..
-¿las ranas hablan? -pregunta David.
-las ranas hablan.
-¿y los peces hablan?
-todas las cosas hablan.
-yo tengo una rana- dice David.

una historia para crear y recrear



Taller de Lectura y juego dramático.

1. Leer el texto "aprendiendo a mover la cola".
2. Organizarse por parejas de trabajo
3. Debatir en torno al texto leído y extractar o sintetizar su contenido.
4. Crear una crónica de las posibles situaciones
5. Tomar un parque como espacio donde sucede la acción.-
6. Caracterizar los personajes ( Perro Uno y Perro dos)
7. Breve ensayo de de la puesta en escena
8. Escritura de una historia argumental
9. Escritura de un guión a partir de la improvisación
10. Producir un vídeo como evidencia.
11. Publicar en el blog
12. Contribuir con la escritura del guión colectivo.
13. Poner en escena el guión teniendo en cuenta cada uno de sus requisitos

APUNTES PARA UNA IMPROVISACIÓN PERRUNA

El siguiente texto ésta incompleto y es producto del trabajo realizado por estudiantes.
Continué y ayude a terminar el guión proponiendo nuevas acciones y situaciones hasta llegar a un final.
Tenemos una marcación escénica desarrollada en el aula. Ahora falta generar un dialogo de conflicto que permita mayor dramatismo.

Personajes:
Perro Uno
Perro Dos
Una sonata se escucha en las cercanías del parque perruno. Sin esperarlo aparece un perro de la calle cruzando el parque desprevenidamente. El perro a medida que camina se detiene y mira de un lado a otro hasta que llega al centro donde se halla una estatua. Olfatea uno de los escaños que se hallan muy cerca, luego llega junto a la base de la estatua y se orina el perro sigue merodeando por todo el parque oliendo todo a su paso hasta que decide darse un descanso y desprevenidamente se tira al suelo, luego de unos instantes comienza a rascarse pulgas y a cazar moscas de su alrededor.
Después de un buen tiempo aparece otro perro este se muestra de inmediato agresivo y mostrando los dientes, al momento se lanza en un feroz ataque contra el primer perro, lo muerde, lo estruja sin piedad mientras su contrincante chilla desesperadamente y busca levantarse sin que este lo deje, pero no bastaron los ataques llenos de ira del perro agresivo para evitar que el otro perro se levantara y huyera. El perro atacado corrió lo más que pudo hasta que se encontraron frente a frente.
-Perro Uno:
(mostrándose cansado) Por qué me ataca de esta manera?
-Perro Dos:
( gruñendo desafiante) Porque se me dio la gana de hacerlo.
-Perro Uno:
(paciente) No puedes ir haciendo eso porque se te viene en gana o no tiene que jalarle al respetico… señor perro.
-Perro Dos:
(Con altanería) Este es mi territorio y lo defiendo a como dé lugar
-Perro Uno:
(Impaciente) Este es un espacio libre y además todos los seres tenemos derechos y quiérase o no tiene que respetarlos, no puedes ir así como así, maltratando a cualquiera por ningún motivo.
Perro Dos:
(Burlón y haciendo mofa) Ahora se puso muy ético el señorcito sabiondo. Lárguese de aquí si no quiere que el de una buena solfa.

Continuen…………………….


Taller de escritores (Produzcan y envíen a niños escritores)
Lean este cuento y respondan:
¿Qué deseo creen que sería el que esta pareja debería pedir? ¿Y qué pasaría en la historia si ese deseo se cumpliera? Escriban el deseo que falta y denle un final con su imaginación.
El mejor final será el ganador.
Había una vez un hombre que no tenía bienes de fortuna que se casó con una mujer muy hermosa. Una tarde de invierno, cerca de la chimenea se pusieron a hablar de la felicidad de sus vecinos, que eran más ricos que ellos.
–Ay qué feliz sería yo –dijo la mujer- si pidiera tener cuanto deseo, mucho más feliz que toda esa gente.
-Igual me pasaría a mí- dijo el marido.
En aquel mismo momento, vieron aparecer en la habitación una señora muy hermosa, que les habló en estos términos:
–Soy un hada y les concederé tres deseos. Pero piénsenlo con mucho cuidado, porque después de que los hayan pedido, no les concederé otro más.
Desapareció el hada y la pareja se quedó en un mar de dudas.
–No voy a pedir ningún deseo todavía- dijo la mujer –pero tengo bien claro lo que quiero. Para mí no hay nada mejor que ser bella rica y una distinguida dama.
–Bueno– dijo el marido–, pero eso no se llevará la enfermedad o la tristeza; y también podrías morir joven. A mí me parece mejor desear alegría, salud y una larga vida.
–¿Y para qué quieres una larga vida sin dinero? –dijo ella–. También el hada nos tendría que conceder una docena de favores.
–Tienes razón- dijo el marido–. Pero vamos a pensarlo hasta mañana. Miraremos bien cuáles son las cosas que nos hace falta y se las pedirnos. Mientras tanto, ven a calentarte, que hace frío.
La mujer cogió las tenazas, se puso a avivar el fuego y, viendo que había muchos carbones bien encendidos, exclamó sin darse cuenta:
–¡Qué fuego tan bueno! ¡Quién pudiera tener un trozo de un rico chorizo para comerlo asado para la cena! Cuando dijo estas palabras un trozo de chorizo cayó por el hueco de la chimenea.
-¡Maldita glotona con tu dichoso chorizo! –explotó el marido. ¡Desperdiciaste un deseo! Ahora sólo nos quedan dos. Me desesperas, ojalá tuvieras el chorizo en la punta de la nariz.
En ese mismo momento, el hombre se dio cuenta de que había sido más tonto que su mujer, porque en ese instante, el chorizo saltó a la nariz de la mujer y no había forma de despegarlo de ahí.
¡Qué desgraciada me siento! Exclamó la mujer. –¿Cómo has podido desearme esto? Mira que eres malo.
–Te aseguro, querida –repuso él– que lo he hecho sin darme cuenta, no sabes cómo lo siento. Voy a pedir ahora…

Una nueva guía para trabajar


Colegio Jorge Ardila Duarte  2012 y 2013 

ÁREA DE EDUCACIÓN ARTÍSTICA Y CULTURAL


PROYECTO VIRTUAL


Profesor: ALVARO GARCIA GARCIA

TALLER

INTRODUCCIÓN

Amigos estudiantes.


Durante estas dos semanas anteriores hemos trabajado experiencias diversas entre ellas técnicas para alcanzar coherencia y expresión comunicativa y que en su gran mayoría muchos estudiantes han dejado sus huellas con su responsabilidad y desempeño en clase y su participación en la página de neuroalternativa. cada modalidad o grupo ha empezado a comprender la importancia de  ejercitarse en todos sus aspectos tanto mentales como corpóreos.  

También un número escogidos de estudiantes ha sugerido diversas propuestas de trabajo. Al estudiar el cúmulo de trabajos se han hallado muchos aciertos relevantes que permiten considerar que hay talento para la escritura y la puesta en escena… los felicito enormemente por su interés y su paciencia. 

El manejo del espacio, La marcación estricta de las acciones, la caracterización de personajes, elaboración de guiones, el trabajo en equipo, la motivación al trabajo, la participación espontánea, la excelente disciplina durante los ensayos, la creatividad y recursividad...no se  aran esperar, al igual que los zancos, la danza teatro , las narraciones, los matachones y demás técnicas,  etc. 

De la misma manera, se han hallado ciertas deficiencias que hay que superar para poder avanzar en nuestro propósito final. Se desea que este nuevo año este lleno de todos los aspectos anteriores mas estos sugeridos a continuación: Considerar que los escritos elaborados hasta ahora deben ajustarse y no pueden perderse por ningún motivo. Ajustarlos a las nuevas condiciones para imprimirle mayor fuerza dramática. Volver a relacionar el escrito base y de control dado en la guía, con otros tomados libre y personalmente.  Mayor responsabilidad de parte de aquellos jóvenes que no han participado del proceso Corregir la ortografía de los escritos elaborados Manejo y proyección de la voz al poner en escena un guión, Crear los libreto propuestos a partir del cuento dado. Organizar un espacio escenográfico y socializarlo Usar una vídeo cámara, y poner su trabajo tanto escrito como fílmico en el blog.







Los invito a leer este otro cuento que les puede ayudar a tener nuevas ideas para elaborar un nuevo guión.


El gigante egoísta
Cuento. (Oscar Wilde)
Cada tarde, a la salida de la escuela, los niños se iban a jugar al jardín del Gigante. Era un jardín amplio y hermoso, con arbustos de flores y cubierto de césped verde y suave. Por aquí y por allá, entre la hierba, se abrían flores luminosas como estrellas, y había doce albaricoqueros que durante la Primavera se cubrían con delicadas flores color rosa y nácar, y al llegar el Otoño se cargaban de ricos frutos aterciopelados. Los pájaros se demoraban en el ramaje de los árboles, y cantaban con tanta dulzura que los niños dejaban de jugar para escuchar sus trinos.
-¡Qué felices somos aquí! -se decían unos a otros.
Pero un día el Gigante regresó. Había ido de visita donde su amigo el Ogro de Cornish, y se había quedado con él durante los últimos siete años. Durante ese tiempo ya se habían dicho todo lo que se tenían que decir, pues su conversación era limitada, y el Gigante sintió el deseo de volver a su mansión. Al llegar, lo primero que vio fue a los niños jugando en el jardín.
-¿Qué hacen aquí? -surgió con su voz retumbante.
Los niños escaparon corriendo en desbandada.
-Este jardín es mío. Es mi jardín propio -dijo el Gigante-; todo el mundo debe entender eso y no dejaré que nadie se meta a jugar aquí.
Y, de inmediato, alzó una pared muy alta, y en la puerta puso un cartel que decía:

ENTRADA ESTRICTAMENTE PROHIBIDA
BAJO LAS PENAS CONSIGUIENTES

Era un Gigante egoísta...
Los pobres niños se quedaron sin tener dónde jugar. Hicieron la prueba de ir a jugar en la carretera, pero estaba llena de polvo, estaba plagada de pedruscos, y no les gustó. A menudo rondaban alrededor del muro que ocultaba el jardín del Gigante y recordaban nostálgicamente lo que había detrás.
-¡Qué dichosos éramos allí! -se decían unos a otros.
Cuando la Primavera volvió, toda la comarca se pobló de pájaros y flores. Sin embargo, en el jardín del Gigante Egoísta permanecía el Invierno todavía. Como no había niños, los pájaros no cantaban, y los árboles se olvidaron de florecer. Sólo una vez una lindísima flor se asomó entre la hierba, pero apenas vio el cartel, se sintió tan triste por los niños que volvió a meterse bajo tierra y volvió a quedarse dormida.
Los únicos que ahí se sentían a gusto eran la Nieve y la Escarcha.
-La Primavera se olvidó de este jardín -se dijeron-, así que nos quedaremos aquí todo el resto del año.
La Nieve cubrió la tierra con su gran manto blanco y la Escarcha cubrió de plata los árboles. Y en seguida invitaron a su triste amigo el Viento del Norte para que pasara con ellos el resto de la temporada. Y llegó el Viento del Norte. Venía envuelto en pieles y anduvo rugiendo por el jardín durante todo el día, desganchando las plantas y derribando las chimeneas.
-¡Qué lugar más agradable! -dijo-. Tenemos que decirle al Granizo que venga a estar con nosotros también.
Y vino el Granizo también. Todos los días se pasaba tres horas tamborileando en los tejados de la mansión, hasta que rompió la mayor parte de las tejas. Después se ponía a dar vueltas alrededor, corriendo lo más rápido que podía. Se vestía de gris y su aliento era como el hielo.
-No entiendo por qué la Primavera se demora tanto en llegar aquí -decía el Gigante Egoísta cuando se asomaba a la ventana y veía su jardín cubierto de gris y blanco-, espero que pronto cambie el tiempo.
Pero la Primavera no llegó nunca, ni tampoco el Verano. El Otoño dio frutos dorados en todos los jardines, pero al jardín del Gigante no le dio ninguno.
-Es un gigante demasiado egoísta -decían los frutales.
De esta manera, el jardín del Gigante quedó para siempre sumido en el Invierno, y el Viento del Norte y el Granizo y la Escarcha y la Nieve bailoteaban lúgubremente entre los árboles.
Una mañana, el Gigante estaba en la cama todavía cuando oyó que una música muy hermosa llegaba desde afuera. Sonaba tan dulce en sus oídos, que pensó que tenía que ser el rey de los elfos que pasaba por allí. En realidad, era sólo un jilguerito que estaba cantando frente a su ventana, pero hacía tanto tiempo que el Gigante no escuchaba cantar ni un pájaro en su jardín, que le pareció escuchar la música más bella del mundo. Entonces el Granizo detuvo su danza, y el Viento del Norte dejó de rugir y un perfume delicioso penetró por entre las persianas abiertas.
-¡Qué bueno! Parece que al fin llegó la Primavera -dijo el Gigante, y saltó de la cama para correr a la ventana.
¿Y qué es lo que vio?
Ante sus ojos había un espectáculo maravilloso. A través de una brecha del muro habían entrado los niños, y se habían trepado a los árboles. En cada árbol había un niño, y los árboles estaban tan felices de tenerlos nuevamente con ellos, que se habían cubierto de flores y balanceaban suavemente sus ramas sobre sus cabecitas infantiles. Los pájaros revoloteaban cantando alrededor de ellos, y los pequeños reían. Era realmente un espectáculo muy bello. Sólo en un rincón el Invierno reinaba. Era el rincón más apartado del jardín y en él se encontraba un niñito. Pero era tan pequeñín que no lograba alcanzar a las ramas del árbol, y el niño daba vueltas alrededor del viejo tronco llorando amargamente. El pobre árbol estaba todavía completamente cubierto de escarcha y nieve, y el Viento del Norte soplaba y rugía sobre él, sacudiéndole las ramas que parecían a punto de quebrarse.
-¡Sube a mí, niñito! -decía el árbol, inclinando sus ramas todo lo que podía. Pero el niño era demasiado pequeño.
El Gigante sintió que el corazón se le derretía.
-¡Cuán egoísta he sido! -exclamó-. Ahora sé por qué la Primavera no quería venir hasta aquí. Subiré a ese pobre niñito al árbol y después voy a botar el muro. Desde hoy mi jardín será para siempre un lugar de juegos para los niños.
Estaba de veras arrepentido por lo que había hecho.
Bajó entonces la escalera, abrió cautelosamente la puerta de la casa, y entró en el jardín. Pero en cuanto lo vieron los niños se aterrorizaron, salieron a escape y el jardín quedó en Invierno otra vez. Sólo aquel pequeñín del rincón más alejado no escapó, porque tenía los ojos tan llenos de lágrimas que no vio venir al Gigante. Entonces el Gigante se le acercó por detrás, lo tomó gentilmente entre sus manos, y lo subió al árbol. Y el árbol floreció de repente, y los pájaros vinieron a cantar en sus ramas, y el niño abrazó el cuello del Gigante y lo besó. Y los otros niños, cuando vieron que el Gigante ya no era malo, volvieron corriendo alegremente. Con ellos la Primavera regresó al jardín.
-Desde ahora el jardín será para ustedes, hijos míos -dijo el Gigante, y tomando un hacha enorme, echó abajo el muro.
Al mediodía, cuando la gente se dirigía al mercado, todos pudieron ver al Gigante jugando con los niños en el jardín más hermoso que habían visto jamás.
Estuvieron allí jugando todo el día, y al llegar la noche los niños fueron a despedirse del Gigante.
-Pero, ¿dónde está el más pequeñito? -preguntó el Gigante-, ¿ese niño que subí al árbol del rincón?
El Gigante lo quería más que a los otros, porque el pequeño le había dado un beso.
-No lo sabemos -respondieron los niños-, se marchó solito.
-Díganle que vuelva mañana -dijo el Gigante.
Pero los niños contestaron que no sabían dónde vivía y que nunca lo habían visto antes. Y el Gigante se quedó muy triste.
Todas las tardes al salir de la escuela los niños iban a jugar con el Gigante. Pero al más chiquito, a ese que el Gigante más quería, no lo volvieron a ver nunca más. El Gigante era muy bueno con todos los niños pero echaba de menos a su primer amiguito y muy a menudo se acordaba de él.
-¡Cómo me gustaría volverlo a ver! -repetía.
Fueron pasando los años, y el Gigante se puso viejo y sus fuerzas se debilitaron. Ya no podía jugar; pero, sentado en un enorme sillón, miraba jugar a los niños y admiraba su jardín.
-Tengo muchas flores hermosas -se decía-, pero los niños son las flores más hermosas de todas.
Una mañana de Invierno, miró por la ventana mientras se vestía. Ya no odiaba el Invierno pues sabía que el Invierno era simplemente la Primavera dormida, y que las flores estaban descansando.
Sin embargo, de pronto se restregó los ojos, maravillado, y miró, miró…
Era realmente maravilloso lo que estaba viendo. En el rincón más lejano del jardín había un árbol cubierto por completo de flores blancas. Todas sus ramas eran doradas, y de ellas colgaban frutos de plata. Debajo del árbol estaba parado el pequeñito a quien tanto había echado de menos.
Lleno de alegría el Gigante bajó corriendo las escaleras y entró en el jardín. Pero cuando llegó junto al niño su rostro enrojeció de ira, y dijo:
-¿Quién se ha atrevido a hacerte daño?
Porque en la palma de las manos del niño había huellas de clavos, y también había huellas de clavos en sus pies.
-¿Pero, quién se atrevió a herirte? -gritó el Gigante-. Dímelo, para tomar la espada y matarlo.
-¡No! -respondió el niño-. Estas son las heridas del Amor.
-¿Quién eres tú, mi pequeño niñito? -preguntó el Gigante, y un extraño temor lo invadió, y cayó de rodillas ante el pequeño.
Entonces el niño sonrió al Gigante, y le dijo:
-Una vez tú me dejaste jugar en tu jardín; hoy jugarás conmigo en el jardín mío, que es el Paraíso.
Y cuando los niños llegaron esa tarde encontraron al Gigante muerto debajo del árbol. Parecía dormir, y estaba entero cubierto de flores blancas.